• El 71% de los residentes en Barcelona no se desharía de su vehículo privado frente al 58% de los madrileños que afirma estar dispuesto a venderlo.
  • Las opciones de movilidad compartida como el coche (57%), la moto (45%) y la bicicleta (40%) sistemas de movilidad preferidos por los barceloneses.
  • El 83% de los encuestados que residen en Barcelona están a favor de que los ciclistas cuenten con un seguro obligatorio, un 15% más que los madrileños.

El Plan de Movilidad Urbana (PMU) 2019-2024, actualmente en fase de preparación, que regulará la ordenanza de movilidad en Barcelona y – entre otras cosas – la regulación de la movilidad compartida, se ha visto reflejada en los resultados del VI edición del Informe “Españoles ante la Nueva Movilidad”, elaborado por el Centro de Demoscopia de Movilidad en el que participan la consultora PONS Seguridad Vial, la revista Autofácil, la plataforma de carsharing WiBLE, la plataforma online de anuncios clasificados AutoScout24 y la app para movilidad en transporte público Moovit.

Como muestra de ello, el 71% de los encuestados afirma que, actualmente, no vendería su vehículo privado, y los cinco principales sistemas de transporte utilizados por los barceloneses son el autobús (48%), el metro (47%), el coche particular (34%) y caminar (22%).

El boom que vive Madrid con los servicios de movilidad compartida, convirtiéndose en la opción preferida a la hora de desplazarse a diario, es totalmente diferente a la situación en Barcelona. Un 45% destaca el metro y el autobús como mejores opciones de transporte, seguido del coche y la moto particular con un 38%. La movilidad compartida no aparece ni en el top 10 de alternativas de transporte deseadas, a pesar de que un 88% de los encuestados afirma conocer los servicios de movilidad compartida.

La preocupación por una mejora en la formación sobre seguridad vial desvela datos interesantes pues, a pesar de que el 60% de los encuestados cree que es insuficiente, solo un 23% estaría dispuesto a recibir formación al respecto – frente al 42% en Madrid. Como principal demanda, el 74% de los encuestados apuesta por reforzar la formación desde edades tempranas, aumentando la educación vial en los colegios.

En cambio, los barceloneses se muestran más a favor de reforzar todo tipo de medidas en seguridad vial que ayuden a bajar la siniestralidad.

Las medidas más apoyadas han sido: retirar temporalmente el permiso a usuarios que cometan infracciones graves (93%), obligar a los ciclistas a que cuenten con un seguro específico (83%). E igualar responsabilidades por conducir utilizando el teléfono móvil con conducir habiendo ingerido alcohol (75%).

Con respecto a la ordenanza que afecta a los límites de velocidad, los redientes en Barcelona se muestran mucho más a favor que los madrileños.  El límite de velocidad a 30 km/h en las calles de un solo carril por sentido o de carril único, es la medida menos apoyada por los barceloneses, un 48% se mostró en contra de esta limitación frente al 64% de Madrid.  Y no es la única, un 68% indicó estar a favor de reducir a 80 km/h de la velocidad máxima en vías convencionales, mientras que en Madrid un 74% se muestra contrario a esa medida.

Los datos están basados en una macroencuesta, compuesta por 53 preguntas, en la que han participado cerca de 3.000 personas. Una encuesta diseñada para extrapolar los datos, preferencias y visión futura de los encuestados acerca de la movilidad en la Ciudad Condal.

Seguridad, movilidad compartida y tecnología del vehículo a nivel nacional

A la hora de prevenir accidentes y mejorar la seguridad al volante, la formación se convierte – un año más – en un aspecto clave para todos los encuestados. Solo un 5% considera que la educación en este aspecto es buena, “lo que da muestra de la necesidad de repensar el modelo de formación vial de nuestro país, de apoyar la formación presencial obligatoria en Seguridad Vial para la obtención del permiso de conducir, así como de apostar por nuevos modelos de formación que nos está demandando la sociedad”, afirmó Ana Gómez Arche, directora general de PONS Seguridad Vial.

Y es que la formación en las empresas sigue siendo una asignatura pendiente en España, pues el 84% de los encuestados manifiesta que nunca ha recibido un curso/formación referente a seguridad vial en la empresa, cuando el 45% de ellos estaría interesado en recibirlo.

En cuanto a la seguridad vista desde las tecnologías aplicadas que incorporan muchos coches actuales son, todavía, un importante desconocido para los usuarios. Más del 60% de los encuestados afirmaron que sería necesaria más formación en tecnología del automóvil a la hora de adquirir un vehículo.

Y es que, pese a la importante inversión de los fabricantes en este campo, un 24% de conductores españoles desconocen cuales son las principales marcas que más apuestan por la seguridad de sus vehículos, lo que da muestra de que no se conocen las tecnologías de asistencia a la conducción, cómo actúan, qué hacen y cómo pueden ayudar al conductor.

De los 31 fabricantes preguntados, solo destaca Volvo que, con el 21% de los votos, se convierte en la casa más conocida en cuanto a inversión en seguridad de sus vehículos.  Le siguen Mercedes – Benz (9&), Audi (8%) y Toyota (5%). El resto de las marcas no alcanzan ni un 5%.

La aprobación de nuevas normativas de circulación, la calidad del aire, así como la pérdida del vehículo en propiedad, o el desarrollo de nuevas tecnologías y Smart Cities están favoreciendo el transporte multimodal que permiten al usuario cambiar de un medio a otro de un forma fácil y rápida.

Un nuevo escenario que da muestra de la importante “transformación de la cultura de movilidad que estamos viviendo”, señala Javier Martínez Ríos, CEO de WiBLE. Precisamente, la elección de servicios como el coche compartido es uno de los aspectos más llamativos del último informe.


Comparativa de resultados entre Barcelona y Madrid aquí.